martes, 8 de junio de 2010

Finde con los primos

Luego de 2 semanas sin escribir, este post debería cundirles un rato, porque viene larguísimo. en una de esas con mas tiempo publico los borradores que tengo de "las semanas perdidas"

El fin de semana recién pasado tuve mis primeras visitas desde que estoy fuera. Felipe y la Gabri, mis primos, aparecieron en Lima a eso de las 2 de la mañana del viernes, y durante sábado y domingo recorrimos, mapa en mano, la ciudad. Yo aún no me ubicaba mucho en Lima, porque no habia andado mucho fuera de los barrios cercanos, así que aproveché de conocer harto y orientarme en las partes del mapa que me faltaban (que son como miles). Al final acá uno se mueve en 3 comunas (la parte nice) y eso, porque la ciudad es demasiado gigante.
El sábado en la mañana partimos al centro histórico. Al dar una vuelta y ver las construcciones con los balcones tallados y las torrecitas y el oro por todas partes, uno cae en que acá era donde estaban las lucas, y Chile era sólo un hoyo donde mandaban castigados a lo más rasca de lo rasca. Entramos al palacio arzobispal, y notamos que el precio de la entrada nos daba derecho a un guia (yo no lo llamaría derecho, era mas bien una obligación). Martha nos paseó por todos lados y nos relató de principio a fin la historia de hasta el ultimo cenicero del lugar, mientras con la Gabri la escuchabamos para no ser maleducadas, y Felipe se escabullía para sacar fotos de todo (e ignorar la charla). Para continuar con la sección eclesiástica del paseo fuimos a la catedral, que no era taaan impresionante como uno pensaría, aunque igual imponente, con la tumba de Pizarro a un lado de la entrada. Lo genial es que en el sitio de la tumba hay unos paneles donde explican los análisis forenses a los huesos (onda CSI) que determinaron que el que está ahora en la tumba es el verdadero Pizarro, y no el que estaba ahí hace una pila de años… ese parece que era un cura cualquiera.

Despues de la catedral fuimos a la iglesia y convento de San Francisco, que igual estaba bonita pero nada especial, salvo por una biblioteca increíble. Igual me dio rabia la biblioteca, porque tenían libros de 5 o 6 siglos de antigüedad, puestos ehi en repisas como si fueran condoritos. No estaban clasificados, ni puestos en vitrinas, ni climatizados… o sea, al lote. Grrgrgrgrg

El otro chiste de ese lugar eran las catacumbas, pero eran eso nomás… lotes y lotes de huesos ordenados, desordenados, clasificados o arrumbados por ahí, en un sotano con olor rancio. Y bueno, como en toda ciudad antigua que se precie de tal, las catacumbas en su momento eran parte de un sistema de pasillos subterraneos que corria por toda la ciudad, pero que ya está cortado por todos lados.
Paramos por un tentempié en el café cordano, que según la gabri era como un lugar tipo café torres, muy tradicional… la verdad es que a mi me pareció sólo viejo, y bastante venido a menos. Y claro, con esa onda de lugar viejo con mozos mañosos y displicentes que nos ignoraban… A su favor, el suspiro limeño estaba buenísimo, y mi sanguche tampoco estaba mal.

Nos asomamos para ver el famoso río Rímac, que yo no había visto, y quedamos totalmente decepcionados…. Yo no sé si es así en toda su extensión… pero me hizo recordar al mapocho como una vertiente cristalina… no tenía casi nada de agua y apestaba a diablos.

Entramos a la casa Osambela, que ahora es un centro cultural, y recorrimos los salones y los patios interiores y todo… tenían también una biblioteca, pero de medicina. Y ahí sí que quedé plop. Tenían las obras médicas de Galeno en su edicion original, de 1500, encima de una mesa!! Se podía abrir y tocar, y se veía claramente que se estaba deteriorando, como con hongos y tal (tengan en mente lo húmedo que es Lima)…… Esta gente no sabe nada de conservación, pero por el lado amable, tuve la oportunidad de hojear una reliquia a causa de su estupidez.

Cuando vimos que las cosas que nos quedaban por ver estaban cerrando para almorzar, las dimos por vistas y partimos a barranco a almorzar. Ahí pasamos por el famoso puente de los suspiros, que es una pasada de madera toda roñosa, pero tiene la típica de que si la pasas aguantando la respiración y pidiendo un deseo, se te cumple. De ahí pasamos a almorzar a un lugarcillo piola, pero nada espectacular, y continuamos recorriendo los alrededores. De barranco fuimos al parque kennedy, en miraflores, a vitrinear un rato, mirar los cuadros y tomar helados.
Cuando decidimos partir al depa a recuperar fuerzas para salir en la noche, pasamos por la calle Conquistadores a mirar las cosas de algodón. Nos compramos unas maravillosas sábanas de algodón pima…… de 600 hilos!!! Casi me quedo abrazada del muestrario de telas… son tan suavecitas! De ahí Felipe y la Gabri se compraron unas toallas igualmente ricas, y seguimos a la casa.

El lugar escogido para cenar fue Jose Antonio, que según nuestra guia era el mejor lomo saltado de Perú. Creo que tiene razón. Fuimos con Pablo y la Tannia, y estaba todo buenísimo, hasta los postres volaron. En realidad como que me cansa un poco hablar de los restaurantes acá, porque son TODOS ricos, y me imagino que despues de decirlo tantas veces como que se entiende la idea. Asi que cuando diga que fui a tal lugar, ya no voy a decir cómo estaba, salvo que sea malo. Ok?
El domingo salimos a desayunar a la botica francesa. Comi tostadas ídem, y tomamos tecito y pastelitos. Partimos de ahí a la huaca huallamarca (un sitio arqueológico pequeñito), cerca de mi casa, y luego miraflores, nuevamente me compré un lote de libros(no aprendo), pasamos por la huaca pucllana y la dimos por vista porque nos dio lata entrar, y partimos al malecón a caminar por los parques. Deberían venir de Chile a ver cómo tiene esta gente el borde costero, todo está precioso, lleno de jardines y sin ni un solo papel en el suelo. Cuando nos dio hambre de nuevo, fuimos a Las brujas de cachiche, según la guia el mejor pisco sour de de la ciudad. Correcto otra vez. El domingo generalmente hay buffet en los restoranes así que probamos de todo. Y digo de todo. Tanto que tuvimos que echarnos en el pastito a digerir antes de seguir caminando…. Y la Gabri casi se muere de la indigestión (groseritis, diría mi madre).

Finalmente llegamos a Larcomar, una especie de mall al aire libre en el acantilado de miraflores, donde aprovechamos de vitrinear y sentarnos un rato. Quisimos ir a ver una obra de teatro, pero estaba agotada… en una de esas voy la proxima semana y les cuento que tal, me tinca buena. Nos fuimos a la casa, y en la noche fuimos a la bodega de la trattoria a comer sus famosos postres.

Despues de estos 2 días geniales, caminadísimos, tapados con comida y regados con pisco sour.. quedamos muertos. El lunes yo partí a la oficina, y mis primos de vuelta a Santiago. Ahora estoy contando los días para que llegue Andrés con la Camila y Esteban, para iniciar un nuevo recorrido, y hacer que las 3 semanas que quedan para volver se hagan más cortas.
proximamente el resto de las fotos en Facebook.

3 comentarios:

  1. Tere, que nostalgiaaaa!!!! La verdad es que lo pasamos muy bien. De a poco estoy saliendo del coma diabético.
    Cariños,
    Felipe

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  2. jojojo, ahora me toca a mi!!!

    nos vemos en lima!!!!!!

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